viernes, 6 de marzo de 2009

Un nuevo placer

Mi nuevo rincón de placer es Jane Eyre de Charlotte Brontë, de la editorial Alba clásica. La traducción es de nuestra querida escritora y filóloga, Carmen Martín Gaite.

No se puede estar entre mejores mujeres

(bueno, sí, ya sé que sí, pero es este ahora mi trocito de placer)
Quiero recoger una parte de un capítulo en el que Jane expresa cómo las necesidades de las mujeres en nada se diferencian de las de los hombres.

Qué poco hemos cambiado. Seguimos hoy gritando, a quienes nos quieran escuchar, que tenemos las mismas necesidades; que eso de que nos guste jugar a las mamás, con bebés y demás, nos lo han vendido (muy bien amañado, por cierto) con el único fin de utilizarlo en nuestra contra, diciendo después, que lo de la martenidad, lo del instinto, lo de ser dulces, cuasi arcángeles, vamos, tranquilas, etc. es "natural" a las mujeres. ¿A caso los hombres no tienen tambien ese instinto? o ¿no será que carecemos de él ambos? ¿Es "natural" al hombre querer ser emprendedor, productor, actor de su vida? y ¿de la mujer no? A nosotras solo nos gusta cuidar, limpiar, coser (acompañar enfermos/as, acompañar abuelos/as, limpiar polvo, mocos, vómitos, cacas, uf, ¡¡es divertidisimo!!) Todavía no sé cómo no han creado ya al yayo-suegro o la yaya-suegra de juguete en silla de ruedas para que las niñas jueguen y vayan aprendiendo lo que se les viene encima "¡Yayo mocosote, se hace caquita de verdad!"

No, a nosotras no nos gusta leer, escribir, producir, crear, votar, estar en política, en sindicatos, dirigiendo empresas, tomando importantes decisiones como ciudadanas libres, en definitiva, no. ¿Verdad?

Bueno, aquí os dejo con el texto de Jane Eyre Brontë:

..."Se da por supuesto que las mujeres son más tranquilas en general, pero ellas sienten lo mismo que los hombres; necesitan ejercitar y poner a prueba sus facultades, en un campo de acción tan preciso para ellas como para sus hermanos. No pueden soportar represiones demasiado severas ni un estancamiento absoluto, igual que les pasa a ellos. Y supone una gran estrechez de miras por parte de algún ilustre congénere del sexo masculino opinar que la mujer debe limitarse a hacer repostería, tejer calcetines, tocar el piano y bordar bolsos. Condenarlas o reírse de ellas cuando pretenden aprender más cosas o dedicarse a tareas que se han declarado impropias de su sexo es fruto de la necedad."...

2 comentarios:

María dijo...

Qué bonito es este libro!! Y qué razón tiene esta mujer a quién Virginia Woolf, decía que hacía poesía...(aunque no era de sus autoras favoritas).

Qué fragmento más bello has elegido, y pensar, que ella nos lleva casi doscientos años...y tenía estas palabras escritas...dá que pensar, verdad??

Qué tengas un buen día bella dama!! Creo que hoy será usted agasajada...

Bárbara dijo...

Completamente de acuerdo!!!!!Viva el feminismo y sus consecuencias!!!!!!!!. millones de besos


Me quiero ir aquí de vacaciones!!!

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Té para dos (para mi gato)

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Para las que amáis a campanilla

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Hadas flores

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