jueves, 9 de octubre de 2008

El Otoño

Me encantaría que me contárais cómo vivis la llegada del Otoño.
A mí me gusta especialmente. Todo se vuelve de unos colores increíbles. Toda gama de ocres, naranjas, amarillos, verdes pardos... El cielo te regala días grises con encanto, días de lluvia con más encanto todavía.
Pero es sabido que el otoño no afecta igual a las personas. Reaviva viejos dolores, bajones, depres, etc. la presión de la atmósfera, la conjunción de los astros, la posición de la Tierra, de la luna... todo parece tener que ver en esto, o ¿es puramente un problema del color? o ¿de la falta de sol? ¿es acaso por el cambio de luz? O quizá nos han hecho creer que en otoño la sangre se altera (como en primavera) ¿Qué sabéis? ¿Qué pensáis? ¡Contadme!

7 comentarios:

María dijo...

Lo sabes...¡¡me gusta muchísimo el Otoño!! Esos colores anaranjados...y me llena de energía ir a disfrutarlos...estar en contacto con la naturaleza. Es la época en la que más deseo hacer senderismo, bici,...y simplemente, pasearme por la vida...mirandola.
También la primavera ofrece momentos maravillosos...Estoy pensando que ambas nacimos en los inicios de épocas del año en los que se introducen cambios...

Somos seres más conectados con la naturaleza de lo que creemos. Somos agua, materia,...en fin...¡¡cómo no nos van a afectar en nosotr@s lo que sucede a nuestro alrededor!! Una foto muy linda...Besos desde los bosques otoñales de Lothlorien

Aldonza dijo...

Gracias por recordarme que hemos nacido en primavera y otoño. No había caído. Es verdad, ambas somos de momentos de cambio. Y a ambas nos encanta el otoño y la primavera. Quizá haber llegado a este mundo en esas épocas nos ha preparado para ellas.
Qué bonito lo que pones de que somos seres más conectados a la naturaleza... es verdad, a veces pienso que se nos olvida que somos seres vivos entre tanta máquina, tanta tecnología, esta vida marcada por el reloj (otra máquina).
Un beso

Bárbara dijo...

A mi me encanta el otoño. Nací en el él y procuro aprovechar cada color que me regala.Si te soy sincera busco muchas cosas en otoño y en los últimos otoños de mi vida sobretodo busco el amor...Por cierto, acabo de ver la Joven Jane Austen y no he podido parar de llorar...Tenemos que hacer un club ya!.milbesos guapísima

Aldonza dijo...

Qué curioso! ya soys dos personas que habéis nacido en otoño y os gusta. Pues na, a disfrutarlo, que está pa eso.
Barbi:te animo a que veas "conociendo a Jane Austen"
(http://www.labutaca.net/films/59/conociendoajaneausten.php)
Es muy parecido a lo que queremos hacer nosotras. María tb me propuso lo mismo hace tiempo para hacerlo en Alcalá. Le comenté tu propuesta con local incluído. Bueno, habrá que estudiar las propuestas, pero hay que empezar ya. Vamos a disfrutar mucho cuando empecemos!!
Un beso

Aldonza dijo...

El enlace completo, que ha salido cortado.

http://www.labutaca.net/films/59/conociendoajaneausten.php

Anónimo dijo...

Otoño, autumnus. Auctum, del participio de Augeus: Apogeo, plenitud. Parece que se refiere al fin del ciclo vegetal, cuando las cosechas ofrecían sus frutos: las vides daban sus racimos, se recogían ciertos cereales tardíos, había montanera de bellota, hayuco y casteña y fructificaban los hongos para darnos las sabrosas setas. Crecía la hierba otoñal con las primeras lluvias tras el estío y ocurría un gran acopio de bienes naturales de aprovechamiento humano.

Yo también nací en otoño y soy un amante de la niebla, de la lluvia y de las campiñas en mosaico que mezclan cultivos de cereal con islotes forestales caducifolios.. Entonces te metes en la arboleda y alucinas con la disminución de clorofila en el tejido colenquimático foliar.

Desgraciadamente el desarrollo industrial y urbanístico del Valle del Henares se ha ido comiendo las vegas, los bosques de ribera, las estepas cerealistas de La Campiña y los robledales de la Alcarria de Alcalá (os recomiendo los bosques de Olmeda, Nuevo Baztán, Pezuela, Los Santos...). Todavía se puede disfrutar de bellísimos parajes a escasos kilómetros de la Calle Enmedio de Torrejón o de la Plaza Cervantes de Alcalá. Y ya puestos, en nuestra comarca podemos disfrutar de las tardes lluviosas, que ya escasean con el dichoso cambio climático, (acompañadas de migas con chocolate en la Hostería del Estudiante) por el centro monumental de Alcalá que llega a su esplendor cuando se patea en la noche que sucede a ese tipo de tarde.

Y una tarde otoñal de día laborable, de esas plomizas y neblinosas, pasear por la pequeña Ciudad de Sigüenza y meterse en la actedral a reflexionar...y si en ese momento sale el cabildo catedralicio y suena el órgano el éxtasis es mayor. Si hay tiempo, un paseíto por el bosque de ribera del Río Dulce y si no hay turistas, será el contrapunto natural de esa tarde de otoño.

Por último, sugerir a los políticos locales que colaboren a fomentar el ambiente otoñal. Para eso es preciso que haya parques bonitos, extensos y forestales y no aburridos monocultivos de cipreses y olivos que no dan ese color al que todos recurrimos cuando pensamos en el otoño. Plantar buenos árboles en las calles y y hacer de éstas contínuos espacios caminables

Pedro Manuel

Cuentos dijo...

Para mí el otoño tiene ese algo especial que me invita a fijarme más en los detalles y sus por qué. Me parece una estación misteriosamente encantadora.

Saludos,
Mariana

Gracias.


Me quiero ir aquí de vacaciones!!!

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