Fue la primera vez que conocí a Robin Wright y a Cary Elwess y me enamoré de ellos. Después les he visto en otras películas y siempre les miro con cariño.
A finales del año pasado he tenido el gusto de leer el libro. Se lo
mandaron leer a mi hija mayor en el instituto, cosa de la que me alegré muchísimo.
Ha sido todo un descubrimiento. William Goldman, su autor, es un importante guionista estadounidense, autor de Dos Hombres y un Destino, Misery o el Indomable Will Hunting, pero por supuesto de La Princesa Prometida.
He disfrutado más si cabe con este libro y con su prólogo que es un cuento magistral sobre la realidad y la ficción.
Os animo, no a leerlo, sino a haceros con el libro para quedároslo para siempre.